Todo lo que había sido mi vida, se había derrumbado, las cosas cambiaron y tengo que aprender a vivir con ello.
Sé que no es una tarea fácil, sé que tengo que ser fuerte, que no debo vivir del recuerdo de lo que alguna vez fui. Sé que tengo que salir adelante, no sólo por mí, sino por todo aquel que me rodea. Y lo voy a hacer, juro que lo voy a hacer, quizás necesite hacer "el duelo" de mi vida anterior y aprender las cosas que me tocan vivir ahora, ya no como una chica de su casa que nada le puede suceder porque está protegida por sus Padres o dentro del seno familiar. Sino como una mujer que poco a poco va forjando su propio destino, con sus armas y sus caídas. Pero orgullosa de sus logros.
Así estoy ahora, así estoy hoy, en un proceso de acomodación, que cuesta, que duele, que me hace llorar y sufrir, quizás es el precio de crecer de golpe, de independizarse, de saber que necesito abrirme mi propio camino yo sola, sin nadie más. Pese a todo estoy de pie, íntegra y dispuesta a sufrir lo que tenga que sufrir para poder salir adelante y ver este período de mi vida como una etapa que debía cumplir y así ser como el ave fénix y resurgir de mis propias cenizas.